El programa Formando Ciudadanía Digital de La Escuela de Comunicaciones y Periodismo de la UAI investiga y entrega herramientas para enfrentar el nuevo escenario digital. Buscamos empoderar y capacitar a los actuales y futuros ciudadanos en su rol de consumidores y creadores de contenidos digitales.
Aquí algunos consejos:
- ¡Que el mundo digital no te aísle! Combina tu interacción digital con panoramas deportivos, culturales y de entretención en persona.
- Recuerda que las fotos y videos que publicamos pueden dañar nuestra reputación y las de otras personas. Lo que está en las redes es para siempre, incluso en Snapchat.
- Muchas de las imágenes que vemos en redes sociales, representan vidas y cuerpos aparentemente perfectos. ¡No lo son! Son actuaciones o poses ensayadas para conseguir más likes.
- Las personas somos distintas unas de otras y hay mucha gente que nos valora por como realmente somos. Acepta y valora las diferencias que nos hacen únicas y únicos.
¿Cómo ser un ciudadano digital responsable?:
- Empoderándose: Usando las tecnologías digitales como una herramienta para conseguir tus propósitos y los de tu comunidad. No dejes que sean las redes las que definan tu experiencia y bienestar, tú úsalas y no al contrario.
- Empatizando: No compartas material de terceras personas que si fuera tuyo no te gustaría que circulara. Y si ves algo inapropiado, violencia o abusos en alguna plataforma, interviene de manera constructiva pidiendo una conducta civilizada y empática. La buena onda se contagia.
- Pensando antes de postear: ¿Mi “yo del futuro” querría haber compartido esto?”. Dos minutos de risa pueden dañar la propia reputación o la de otras personas de forma permanente.
- Deteniendo el odio: No tomes la “justicia digital” en tus manos, porque solo hace crecer el clima de odio. La ira es momentánea, pero internet es permanente (si es un hecho grave puedes reportar dentro de la plataforma o las autoridades).
- Informándose para hacer ciudadanía: Lo primero es estar informado. No creas todo lo que te llega, no compartas si es que no has verificado la información, ya que es casi imposible determinar la veracidad de un meme o un contenido por su diseño, calidad de fotos o videos. Al compartirlo ayudas a la desinformación y a la desconfianza. Infórmate en los medios tradicionales o en organizaciones que hace fact-checking.