











Condenan a miembros de la CNI por asesinato de dirigente del PS
El ministro en visita Sergio Troncoso dictó penas de cárcel efectiva a exintegrantes de la CNI por el asesinato de Daniel Acuña, secretario regional del PS, en 1979. El hecho también dejó gravemente herido a su hijo.
27 de septiembre de 2025
El pasado 17 de septiembre, el ministro en visita extraordinario para causas de violación de derechos humanos de la Corte de Apelaciones de La Serena, Sergio Troncoso, condenó a penas de cárcel efectiva a miembros de la CNI responsables del asesinato del dirigente del Partido Socialista, Daniel Acuña, en 1979.
Se trata del coronel (r) Juan Chiminelli y del suboficial Gustavo Camilo, condenados por homicidio calificado y lesiones. Asimismo, el magistrado sentenció a un abogado y a un empleado civil como cómplices de estos delitos, cometidos el 13 de agosto de ese año en el domicilio de la víctima, ubicado en Tierras Blancas, Coquimbo.
En declaraciones a TVN, el ministro Troncoso explicó que la sentencia tiene la particularidad de condenar a integrantes de la CNI que no se limitaban únicamente a los agentes operativos de La Serena, sino también a mandos radicados en Santiago. "Ellos participaron tanto en la ideación como en la planificación y encubrimiento posterior de las actividades de la CNI en la Región de Coquimbo y particularmente en el asesinato de Daniel Acuña Sepúlveda y en las lesiones de su hijo Roberto Acuña", afirmó.
Investigación del caso
Uno de los investigadores de la vida y del crimen de Daniel Acuña es Celso López San Francisco, quien recordó el trabajo realizado junto a otros profesionales. "Hace 12 años, con un grupo de amigos (Jaime Prea, Jorge Salamanca y Óscar Marín) nos propusimos investigar la vida de Daniel Acuña Sepúlveda. La investigación quedó plasmada en un libro que mostró sus distintas facetas: su temprana filiación política como fundador del Partido Socialista; su talento artístico como compositor y músico; su origen familiar; su dimensión esotérica como médium reconocido, y también su orientación sexual. Facetas con las que relevamos a un ser deslumbrante y valiente", señaló.
Sobre el trabajo realizado, detalló que "revisamos archivos de la Vicaría de la Solidaridad, artículos de prensa, hicimos entrevistas a militantes socialistas que estuvieron en su casa días antes de su asesinato, al primer abogado del caso, Pedro Escandón, y contactamos por correo a autoridades del régimen, como Alejandro Pino. Lo más complejo fue conversar con quien los militantes sindicaban como el delator, Erick Maldonado. Por esta investigación fui citado a declarar en el proceso judicial".
Justicia tardía
López, ligado al PS y autor de publicaciones sobre la historia reciente del país, valoró la sentencia aunque con matices: "A 46 años de su asesinato, por fin la justicia ha condenado en primera instancia a cinco militares y agentes de la CNI. Aunque justicia que tarda tanto ya no es justa, igual es importante que este caso se cerrara con condenas efectivas, confrontando los discursos negacionistas y robusteciendo los marcos éticos y jurídicos en favor de la vida y de la democracia. Hoy se ha hecho algo parecido a la justicia", afirmó.
El cruel asesinato
Cerca de las 4 de la madrugada del 13 de agosto de 1979, una patrulla de la CNI —comandada por el entonces capitán del Ejército Patricio Padilla Villén e integrada por los carabineros Rodolfo Aranda Jeréz, Rigoberto Gallardo y el cabo del Ejército Adolfo Camilo— irrumpió en la parcela 222 de Tierras Blancas con la orden de ajusticiar al secretario regional clandestino del Partido Socialista.
Al escuchar ruidos en el portón, Roberto, hijo de la víctima, salió a verificar y recibió un disparo en el estómago. Alcanzó a gritar a su padre antes de correr herido hacia los arbustos. Los agentes ingresaron a la casa y acribillaron a Daniel Acuña en un clóset donde intentaba esconderse. Luego lo depositaron en una cama, lo envolvieron en una colcha y, sin saberse si estaba vivo o muerto, lo dinamitaron en la tina del baño. Posteriormente saquearon la vivienda sustrayendo objetos valiosos.
Mientras tanto, Roberto Acuña gravemente herido caminó hasta la casa de su prima Mireya en La Serena. Tras cuatro horas llegó a su destino con los zapatos empapados en sangre y advirtió a su familia sobre lo ocurrido. Fue llevado primero a una iglesia y luego al hospital donde fue intervenido aunque posteriormente quedó detenido por orden militar.
Fuente: DiarioElDia Región