














IA revela biomarcador para detectar estrés crónico
Investigadores identifican un nuevo biomarcador en imágenes médicas gracias a la inteligencia artificial, permitiendo la detección del estrés crónico.
26 de noviembre de 2025
Un avance científico promete transformar la evaluación del impacto a largo plazo del estrés en la salud, abriendo la puerta a un diagnóstico más preciso y a intervenciones preventivas.
El equipo de investigadores liderado por la doctora Elena Ghotbi, del Johns Hopkins University School of Medicine en Estados Unidos, ha desarrollado un modelo de aprendizaje profundo para medir el volumen de las glándulas suprarrenales a partir de tomografías de tórax existentes.
Esta técnica tiene un gran potencial al poder aplicarse masivamente sin necesidad de nuevas pruebas, aprovechando la información disponible para evaluar objetivamente la 'carga biológica' del estrés.
¿Qué es el Índice de Volumen Suprarrenal (AVI) y por qué es importante?
El AVI se define como el volumen de las glándulas suprarrenales dividido por la estatura al cuadrado. Los investigadores han comparado este indicador con diversos parámetros como cuestionarios sobre estrés percibido, mediciones de cortisol salival, marcadores de carga alostática y otros factores biológicos.
Los resultados muestran que un AVI mayor se relaciona con niveles elevados de cortisol, mayor carga alostática, estrés percibido alto y un aumento en el riesgo futuro de insuficiencia cardiaca y mortalidad. Esto sugiere que el AVI no solo refleja estrés crónico, sino que también puede predecir consecuencias graves para la salud.
Implicaciones para la salud
Este descubrimiento representa una innovación clínica significativa al permitir visualizar el estrés crónico acumulado en el cuerpo mediante una imagen médica estándar, en lugar de depender únicamente de cuestionarios o mediciones puntuales de cortisol.
Los médicos podrían utilizar esta información para evaluar el impacto del estrés a largo plazo en los pacientes, identificar riesgos cardiovasculares, planificar intervenciones preventivas o monitorear tratamientos. Además, al basarse en datos ya disponibles, como las tomografías existentes, no se requieren pruebas adicionales ni mayor exposición a radiación, lo que facilitaría su implementación.
"Por primera vez, podemos 'ver' la carga a largo plazo del estrés dentro del cuerpo", señaló Elena Ghotbi, autora principal del estudio y doctora en medicina y becaria de investigación posdoctoral en la Facultad de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Fuente: Publimetro































